No veo un edificio. Te veo a tí mirando hacia una ventana y buscando mi cara.
No siento el viento. Siento un soplido fresco detrás de la nuca.
No hago la cama. Hago el silencio de la espera y fabrico sueños.
No leo Rayuela. Leo una historia que quiero vivir.
No escribo poemas. Escribo líneas.
Y mis líneas son bravías.
In-dependientes.
No quieren. Pero se necesitan.
No te necesito. Pero te quiero.