APARTADOS

jueves, 19 de noviembre de 2015

Todo el amor que se da, 
se recibe. 

Pero no de la misma persona. 

Por eso deberías lanzar tus abrazos sin esperar nada a cambio. 
Y dejarte caer. 
Porque, 

en el fondo del precipicio

hay una lengua que te cura las heridas. 

No te evita la caída, ¿qué esperabas?

Pero te lame las brechas ensangrentadas. 
Y la sangre vuelve a su cauce. 

Y tú a tu camino. 
Dispuesto a regalar el amor a quien te ayude 
a encontrar la prueba reveladora 
de saber que estás aquí para algo. 

Mi dulce nuececilla,
Nadie te esperaba, 
y nadie te echará de menos. 

Más que el tiempo. 

Pero le vas a dar tu amor a alguien, 
y te has llevado el mío contigo. 

Estoy empezando a dejarme caer.

21


No hay comentarios:

Publicar un comentario