Que yo no puedo vivir en el pasado ni desear tanto algunas cosas que las viva como recuerdos que nunca han pasado. Donde tu cara me sonríe y mis labios buscan tus ojos y los cierran con besos suaves para que duermas un sueño en paz.
Tú yo sabemos que no somos un milagro.
Que no somos magia. Que tú eres el árbol y yo la cigarra. Tus hojas caerán pero tú seguirás impasible, mudando el follaje, abrazando al tiempo sin miedo mientras yo vivo en mi pequeño micro-mundo jugando a ser lo suficiente libre como para ser feliz.
Tú y yo sabemos que esto es un engaño del tiempo.
Que mañana amanecerás en tu misma cama con otra persona. Con otra vida. Y yo dormiré de cara a la pared para evitar el vacío que hay al otro lado del colchón. No es aire. Asfixia.
Tú y yo sabemos que mañana no es hoy
Que no volverás a mirarme. Ni yo a besarte. Ni el barrio nos mirará con anhelo por ser quienes somos y caminar mirando adelante. No al suelo. No al otro. Ni siquiera al cielo.
Tú y yo no sabemos que mañana es mañana.
Y mañana no existe.
Tú y yo no existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario