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En el castillo de donde las dan las toman, 

hay una cama reservada para ti. 

Alguien te vio salir volando en una escoba, 

no había necesidad alguna de mentir. 

¿Por qué no paráis de criticar? ¿Por qué creéis que el de al lado siempre lo hace peor? ¿Por qué escaláis pisando cabezas y no ayudando a otros a apoyar sus pies? ¿Por qué vivís la vida sin pensar una sola vez en ello y os tomáis todo a la tremenda como si cada tontería diaria fuera importante en el transcurso de los acontecimientos?

¿Por qué? ¿Por qué os consideráis mis amigos y no sois nadie en realidad?

Normalmente suele ser culpa mía. A mi me importan poco tantas cosas, que al dejarlas pasar dejo entender a los demás que nada me duele lo suficiente. O peor, mucho peor, que no me entero. 

Este es un escrito en mala onda. Lo reconozco. Es un escrito que va por tí, por tí, y por aquel. Porque os merecéis muchas cosas malas, solo por haber hecho daño a los demás sin haberos parado una sola vez a pensar en las consecuencias colaterales de vuestras malas decisiones. Por ser egoístas, por ser orgullosos. Por tener un ego tan grande que os nubla la vista. Y no os deja ver con claridad. Por no aprovechar las balas, o los trenes. Por no ser compañero (ya no digo amiga), y ser un/a contrincante. 

Sí, a ti que se te quema la lengua de las malas cosas que dices de los demás. Si esto fuera un mito, hace tiempo que se te hubiera caído de tan dura que la tienes. De tanto hablar. De tanto maldecir. Y de tantas otras cosas. 

A veces hay que callar bocas. A base de victorias, de hechos, realidades que traen a uno a la Tierra de nuevo, de revelaciones... de revoluciones. No creía yo que fuera necesario llegar hasta estos límites, pero parece que sí. Que os den. Por donde no os gusta.

Dedico este escrito a todos los que infravaloran a las personas de su alrededor, las ningunean y las utilizan a base de mentiras, buenas caras y mucha, muchísima hipocresía. Algo que aquí se nos da muy  bien ( a mi también, por si no lo sabíais). 

No me gustáis, por muchas cosas:

- Por pensar que en algun momento me importaste

-Por pensar que tus actos podrían hacer cambiar los míos

- Por pensarte, solamente. A ti y a nadie más.

- Por verlo todo complicado, cuando nada lo es en realidad. 

- Por encontrar placer en los errores de otros

- Por no confiar 

- Por mentir (sin niguna buena intención)

- Por falsear, por criticar, por hablar mal de todos menos de tí mism@

- Por pensarte por encima de mi 

- Por creer que podías hacerme daño

- Porque no NO eres (sois) buena onda, y ya está.

Todos tenemos un lado malo. El mío sale de muchas maneras.  Y un día, lo probarás.