APARTADOS

viernes, 18 de abril de 2014

RUN

Me he apuntado a un triatlón. Lo sé, yo ahora tampoco lo entiendo. La culpa es de esa parte de mí que siempre está ausente, la encargada de decir 'no'. Nunca está cuando mi cordura la llama hasta quedarse afónica, y al final acabo accediendo a todo. Diciendo que sí, "¿por qué no?". Pues mira, porque el "no" se ha ido de fiesta y me ha dejado expuesta a probarlo todo en esta vida. Por eso. 

Además, es una de esas cosas que toda lista dice que hay que hacer antes de los treinta. Como tirarse en paracaídas, hacer un trío, o bañarse en el mar desnudo. Y yo que soy muy de hacer listas (y tacharlo casi todo), he visto la oportunidad. ¿Que Raúl está loco y lo quiere hacer? Pues yo con él, que no se diga. Si lo hago ahora ya no tendré que hacerlo después de los treinta (como él). (Jo-jo-jo)

Tres pruebas. Seguidas. 750+18000+5000. En total muchos metros en muy poco tiempo. Haciendo malabarismos. 



Pero bueno, en la vida también tenemos triatlones y nunca osamos darles la espalda. O no deberíamos. Y a base de caídas, derrotas y tragar mucha agua (salada), aprendemos y acabamos llegando a la meta. Y es que no podemos evitarlo, vivimos a base de metas. Acabar de, acabar con, llegar a, conseguir que...

El problema es que muchas veces cruzamos la meta y ya nos sentimos vacíos y ansiosos por encontrar una nueva forma de invertir el tiempo, la ilusión y la cordura. Espera, espera... párate. Mira alrededor, siente tu propia respiración. Mírate al espejo y observa a ese que ha conseguido lo que tú ni te imaginabas. Siéntate a pensarlo. Vive el momento. Empápate de la sensación de satisfacción. Eres tú. Lo has conseguido. ¿Cómo que y ahora qué? Ahora lo que sea, ¡puedes con todo! ¿O es que no lo acabas de ver? 

Siéntate en la playa. Mira al horizonte. No te pongas más metas, tranquilo, relájate.

three girls running por Paul Grand


Y ahora, mira hacia atrás. Encuéntrate. Valora lo que tienes, lo que querías, lo que has conseguido y sobre todo en quien te has convertido. No estás aquí ahora porque has conseguido metas. Sino porque el camino hasta ellas ha sido agradecido. Tanto, que has crecido. Y ahora estás aquí. 

¿Listo para volver a intentarlo? ¿Ahora sí? Empieza, pero no mires a la meta. Mira a tu lado. Siempre hay alguien corriendo junto a ti. Siempre hay algo que acaparará tu atención y te hechizará. Y créeme. No hay nada  mejor que sentirse hechizado por lo que uno tiene alrededor, y tener la libertad y la inteligencia necesaria para rendirse a ello. El tiempo no se para. Pero tú sí te puedes parar. 

Llegaré a la meta o no, pero el día del triatlón, a parte de sufrir, pasarán muchas cosas que sólo en ese momento podré entender.



1 comentario:

  1. "No hay nada mejor que sentirse hechizado por lo que uno tiene alrededor, y tener la libertad y la inteligencia necesaria para rendirse a ello". Yo me rendí a tus pies en el mismo momento en el que, en clase de música, te giraste con la flauta en la mano y las gafas de pasta ocupando parte de tu rostro para generar, con tu boca, un saludo tan desganado y agrio como simpático y espontaneo que me hizo sonreír.
    Ojalá, que seguro que si, termines el triatlón ; )

    PD: oye, me dijeron que daban premios en metálico por seguir este blog y de momento nada.

    ResponderEliminar