![]() |
| por Chavetta Lepipe |
Hace quince años de que una parte de mí pensaba que el tiempo se iba a acabar y yo me iba a ir de este mundo sin haber probado muchas cosas. Por suerte no se acabó. Y pude vivir más de lo que los Incas pronosticaban (mentira, además).
Y, además de lo que esperaba, lo que no sospechaba. Y lo que aún no sé. Porque si de algo hay que estar seguro, es de que uno a esta vida ha venido a vivir. Estar por estar, es tontería. Y de tontos están llenos los centros de salud mental, tontos más cuerdos que sus cuidadores y médicos. Porque saben que vivir para nada, es cero. Y por eso quieren ser humo.
Pero dejando a parte lo de los locos-cuerdos, cierto es que un nuevo año empieza y aunque no lo notemos, cada vez nos queda menos. Es así, hay que aceptarlo. O no, pero es así. Y lo que conlleva esta aceptación es que cuanto menos perdamos en tristuras y boberías, más tiempo nos queda para invertirlo en respirar con atención.
Hacer cosas por primera vez. Aunque sea cagarla. Sin embargo yo eso ya lo he hecho por primera, segunda y tercera vez. Ir a contracorriente. Ser el pez perdido que va en contra de los demás y sentir que las burbujas te quieren llevar a otra parte, pero algo que te dice que sigas aleteando hacia la contrariedad. Ahí, se encuentra muchas veces la esencia.
Quererte no es casualidad. Y eres uno de mis retos de 2015. Yo nunca he sido tu reto, lo sé. Yo nunca he sido nada más de lo que soy, para ti. Pero no me importa. De alguna manera me alegro de que me sigas queriendo tener cerca. Tan cerca. Y apostarnos a todo o nada me tiene desquiciada. Siempre alerta. Cuidando las vallas para que no entre ni salga nada. Que no entren intrusos, que no salgan las ganas.
Este año la voy a fastidiar. No es novedad.
Pero somos Oniria e Insomnia. Y hemos aprendido. Ahora que nos tenemos, y así de esta manera tan pura, seamos paz, 2015.

Y es que, como dice mi amigo Murakami:
ResponderEliminar"Desafortunadamente, el reloj no se detiene. El pasado aumenta, el futuro mengua”.
Así que espabilemos.