Cuando me di cuenta de que no estaba,
Ya se había ido muy lejos.
Tan lejos como estar en la misma ciudad
Y no coincidir nunca.
Ni siquiera en su sala de cine preferida.
Sólo fui dos veces. Ninguna pasé de la puerta.
Yo me había estado preocupando de lo único que sabía importante: de mí.
Y ella un día se fumó el último.
Echó el humo hacia otro lado,
Sonrió.
Me dio un beso de compromiso.
Y se fue.
Y así acabó la historia.
Ella había sido los dos.
Y a mi sólo me quedaba el recuerdo
De algo que pasó,
Porque me duele un poco la ausencia.
Pero que no me atrevería a decir ni cuando,
Ni por qué.
Un día ella estará cruzando un puente,
Mientras yo tomo la micro.
En la misma dirección.
Como las rectas paralelas.
Nunca nos volveremos a cruzar.
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