¿Dónde está la vida que dejé cuando me largué?
En el pasado.
Como aquella María que tenía miedo.
Que quería todo. Que no renunciaba a nada.
Aquella María que no sabía las consecuencias.
De cambiar de vida. De encontrarse a sí misma.
La niña que lloraba ya no se queja.
Sonríe al presente. Sonríe triste.
Guarda la melancolía en sus bolsillos.
Y camina.
El camino es largo. La esperanza no se acaba.
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